Me iba a tomar un vaso de agua
cuando el teléfono sonó…
entonces vino el trago amargo.
A veces la semana
no empieza en lunes
ni las horas se detienen
con la luz.
Como si se invirtiera
el cielo por mar
y el mar se salpicara
de su propio sudor.
Extendida entre
las grietas de la memoria,
entre las filtraciones de sal
siempre surge la pregunta,
entre la duda,
entre la curiosidad.
Como si terminaran al final del día,
entre el amarillo del atardecer
y el azul que se oscurece
cada minuto que cae sobre el agua.
Un soplo tibio responde.
Una luz lejana.
Una voz que atraviesa el tiempo.
Me iba a tomar un vaso de agua
cuando la luz se apagó.
La noche invadió el cuarto
y salí por un momento.
A veces los días no empiezan tan temprano,
se detiene el momento
entre la luz y la memoria.
A veces.
Ana Belén López – Retrato hablado.